El jamón ibérico es un manjar que no solo deleita nuestro paladar, sino que también aporta beneficios significativos para la salud.

La grasa del jamón ibérico contiene más del 50% de ácido oleico, similar al aceite de oliva. Esto ayuda a reducir el colesterol y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la arterioesclerosis y la hipertensión.

Es una excelente fuente de proteínas, esenciales para el funcionamiento del organismo.

Contiene, zinc, cobre, calcio, magnesio, fósforo y selenio. Estos nutrientes contribuyen a la salud general y ayudan a prevenir enfermedades neurodegenerativas.

Posee beneficios cognitivos; mejora la memoria, concentración y comprensión y además, aumenta la agudeza del sabor y el olfato.

Reduce de la tensión y ansiedad: Su contenido de triptófano ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad.

No engorda en exceso: Si se consume con moderación, el jamón ibérico no afecta negativamente al peso.

Vitaminas B y antioxidantes: Aporta vitaminas B1, B6, B12, ácido fólico y vitamina E, que son esenciales para el cerebro y la salud en general.